El presidente Alberto Fernández participó este jueves de la apertura de la Cumbre por la Democracia, convocada por el Gobierno de los Estados Unidos, y realizará mañana su intervención en el encuentro, según se informó oficialmente.
La Casa Rosada confirmó que el Jefe de Estado participó de la apertura del encuentro, que fue conducida por el presidente estadounidense Joe Biden, pero su discurso público, inicialmente previsto para esta jornada, quedó pospuesto para mañana viernes. Según se explicó oficialmente, la intervención se pospuso por la extensión de los discursos que antecedían al de Fernández.
En la carta de invitación que fue enviada el 9 de noviembre último, el mandatario estadounidense «reconoce y valora el acompañamiento» de la Argentina «en la labor para construir sociedades democráticas respetuosas de los Derechos Humanos que es lo que permite prosperar a nuestros ciudadanos».
Del evento participan líderes de Estado y Gobierno, y representantes del sector privado y de organizaciones de la sociedad civil defensoras de los derechos humanos, además de personalidades de la política, el arte y la cultura.
En la primera jornada, además del anfitrión, hicieron uso de la palabra el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; y el líder italiano Mario Draghi, entre decenas de mandatarios.
En su discurso de apertura, Biden alertó sobre los «alarmantes retos» a los que se enfrenta la democracia en el mundo y llamó a «actuar» para defenderla.
«A la luz de los alarmantes y sostenidos desafíos a los que se enfrenta la democracia y los Derechos Humanos universales, la democracia necesita campeones», indicó el mandatario al abrir el encuentro del que no participan ni China, ni Rusia, ni varios países de Latinoamérica, como Cuba, Venezuela o Bolivia.
«La democracia no ocurre por accidente. Tenemos que renovarla cada generación», aseveró acompañado por el secretario de Estado, Antony Blinken.
Entre estos desafíos, enumeró la insatisfacción ciudadana con los regímenes democráticos que «no cumplen» con sus necesidades, pero insistió en que pese a esto se trata del mejor sistema para garantizar la «dignidad humana» y «resolver problemas».
Ante esto, pidió a los líderes que participan de la cumbre a «apoyar los valores» que los unen como la libertad de expresión, de prensa, de religión o el Estado de Derecho, además de reclamar «protección» para los Derechos Humanos de todas las personas.
«La democracia no es un estado, es una acción», continuó, al tiempo que garantizó que, durante la cita, los participantes buscan «hacer compromisos concretos» para «mejorar» la democracia, luchar contra la corrupción o proteger los Derechos Humanos.